En invierno las alfombras cumplen un rol fundamental en la habitación, además de ser un elemento decorativo y creador de ambientes, aíslan, protegen nuestros pies del frío, nos entregan confort y calidez.
Queremos orientarte por si no estás seguro de qué tamaño comprar para tu habitación. Existen muchos tamaños de alfombras, pero ¿cuál es la indicada para que tu pieza quede perfecta? para comenzar debes tener claridad de cuánto mide el espacio, los muebles que vas a utilizar en tu habitación y la distribución, esto es clave para la elección.
Cómo poner tus alfombras con cama de plaza y media:
Si tu dormitorio es pequeño, puedes usar una bajada de cama a un lado, (80 x 1.40 cm) busca que sea al menos igual de ancha o más ancha que el velador o mesita de la pieza.
Si tienes un poco más de espacio y quieres abarcar más el piso puedes optar por las de 1.20 x 1.80 cm. este tamaño es ideal si tienes un escritorio y quieres darle unidad a los muebles.
Esto también aplica para los camarotes, si son dos camarotes queda perfecta una bajada de cama de 80 x 1,40 cm.
Si buscas un look más informal y dinámico puedes optar por las alfombras circulares, éstas nos dan ritmo y movimiento porque quiebran con la geometría de la cama, velador, mesas, que la mayoría de las veces son rectangulares.
En las demás camas, Queen, King y superking, repetimos la primera alternativa, bajada de cama a ambos lados. Luego dependiendo del tamaño de la cama, de cuánto quieres que cubra el piso y de cuánto espacio tengas, puedes escoger alternativas más grandes.
Cuando un dormitorio es muy grande, y quieres conseguir que no se vea vacío y más acogedor, puedes poner una alfombra de grandes dimensiones a los pies de la cama saliendo por sus tres costados, como en la imagen de la cama superking con la alfombra de 3.0 x 4.0 mts. Recomendamos que quede al menos 80 cm por cada lado de ancho y hacia adelante puede ir variando según el espacio que tengas. Si no te da espacio hacia adelante, puedes poner la alfombra bajo tus veladores.
Toma en consideración que : cuando de habitación se trata, recomendamos alfombras lisas, éstas transmiten tranquilidad y producen menor ruido visual que las estampadas. En el caso de elegir una con diseño o estampado, puedes atenuar el resto de la decoración textil, muebles y/o complementos. Las alfombras de fibras naturales como la lana, yute y cáñamo son una buena opción si buscas darle textura al suelo.
El color de la alfombra debe estar en sintonía con los demás colores presentes en la pieza, en especial con el color del piso y del respaldo de tu cama.
Considera también que si el dormitorio es grande y luminoso se puede optar por colores intensos, en cambio si es pequeño o poco luminoso, es mejor escoger tonos claros y suaves que amplíen el espacio, crean un efecto multiplicador de luz y nos entregan más paz, tranquilidad y una sensación agradable.
Los tonos cálidos transmiten confort y energía, mientras que los fríos como el gris, verde y azul, generan que los ambientes resulten mas relajantes, por último los colores claros y neutros crean amplitud.
¿Ahora que ya sabes y conoces las diferencias, qué alfombra vas a escoger para tu habitación?